Acerca de la Homosexualidad




Aunque no recibí muchas respuestas sobre la pregunta hecha esta semana en Euroclidón; permítame darle a conocer mi repuesta. En varios espacios actualmente, existen muchas posiciones marcadas con respecto al trato de la homosexualidad. Una de estas ventanas es Netflix, por decir una, donde puedes encontrar series como Sense 8, Greenleaf, 13 Reasons Why y más, donde se muestra que la Iglesia cristiana es la primera acosadora con respecto a la decisión de estas personas que viven así su sexualidad. Dejando a la iglesia, y sobre todo a Dios, como un enemigo de aquello que supuestamente todos deben de tolerar y recibir con brazos abiertos y naturalidad. Permíteme decir algunas cosas aleatorias con respecto al tema.

No puedo dar una opinión completamente contundente con respecto a lo ¿Qué haría Jesús en nuestros tiempos con los homosexuales? Pero, la Biblia habla acerca de lo que si no haría.

Desde el principio de la historia humana Dios ha diseñado el plan que el hombre y la mujer deben cumplir mientras estén en la tierra (Génesis 2: 21-25). si él hubiese querido que la homosexualidad fuese algo natural desde la creación del universo, lo hubiese establecido en ese momento; no después. Además, en la Biblia no se hallan versos donde Jehová aprueba esta conducta, al contrario (Gn 19, 1-29, Dt 23, 17; 1R 14, 24; 15, 12; 22, 46; Job 36, 14, Lv 18, 22; 20, 13, 1 Cor 6, 9-10, 1 Tim 1, 9-11, Rom 1, 26-27). Algunas personas han querido forzar algunos textos para apoyar la “Bandera Arco Iris” tal es el caso de la relación de David y Jonatán (2 Samuel 2:26), la relación de Jesús y sus discípulos, entre otros. Lógico es, sí tomamos un pedazo de un rompecabezas y hacemos una imagen de ella sería completamente incomprensible. No se podría entender. De igual manera, sí tomamos una historia bíblica, se tergiversa y se instituye una teología, la esencia bíblica y divina pierde sentido. No se puede entender el propósito de Dios en esas historias sí queremos forzarla por el lente de la LGTB.

Si Jesús hubiese tenido algún deseo “lascivico con sus discípulos”, con toda certeza lo tuviéramos explícito en la Biblia y la historia (pero no es así el caso). Una cosa es clara, que para su época la homosexualidad de seguro ya existía, pero no se registra un encuentro en particular con alguno de ellos (Eso no lo hace homofóbico). Aunque con las prostitutas si, y tenemos registros de cuál era su posición y trato (Juan 8:9-10) ante esta práctica. Jesús, estando en la tierra, era una persona sociable, creía en las relaciones, pero con sentido amplio y puro, no sólo por efímera sensaciones humanas (Juan 15:15).

Por cierto, hoy día las relaciones están siendo deterioradas con los constante excesos de sensualidad y sexualización. Ya no se puede ver una relación estrecha y genuina entre hombre o mujeres, sin pensar que son gay. Desde Pepa Pig hasta los astrofísicos más renombrados están impulsando en dar naturalidad a este movimiento que va en aumento como el feminismo. Con esos lentes, hoy se estudia la vida de Jesús y por eso se determina su preferencia sexual.

Al darme cuenta de esto, debo decir que el humano es mucho más que senos, vagina y penes. Somos más que deseos sexuales "pop corn". Somos vistos por los grandes movimientos mundiales (arte, deporte, música, cine, etc) que gobiernan la sociedad como esas máquinas dispensadoras que hay en las clínicas o centros comerciales, en donde introduces una moneda, espichas un botón y sale la golosina que escogiste. Manipulan y crean preferencias. Somos más que marionetas.

Estamos hechos con pedazos de Dios (Génesis 1:27), en nuestro ADN hay partículas y cualidades del Creador. De manera que, tenemos en nuestra naturaleza arraigado el plan divino de Dios. Perdón por lo que diré, pero las lesbianas necesitan de "penes artificiales para el sexo" (¿por qué no tienen un órgano genital propio y distinto a lo natural?), o ¿para qué los hombres homosexuales deben usar su ano como una vagina? Y así como eso, con cada preferencia sexual que emerge en el presente, están superpuestas, como un garabato, sobre la obra maestra que Dios realizó restándole el valor real que ella tiene (Romanos 1:26-32). No se nace homosexual, de la misma manera que no se nace cristiano. Todos nacemos pecadores (Sal 51:4-5).

No podemos negar que, la influencia y voces del homosexualismo han traspasado, permeado las paredes de la iglesia. Cada día, hay más creyentes luchando con esto y más silencio y fanatismo de parte de los que tienen corazas de “adamantium” en esa área. De seguro, el joven que se sento el domingo a tu lado, o el que tocó la guitarra, el que predicó o el que te discípula está combatiendo con deseos homosexuales donde escucha más el estruendo de la sociedad "let it be" al eco eclesiástico que repite "sacrilegio", "pecado", "aberración".

El movimiento LGTB ahora sostienen que Dios es amor y por eso, cualquier manifestación de "amor" es aprobada por él. Precisamente, porque Dios es amor (no es que tiene amor, él es el amor) debemos escucharlo y atender a sus requerimientos dados. Dicho de otro modo, el amor es Dios (1 Juan 4:7-8). Entonces, al decir “yo amo” es porque entiendo a Dios, lo expresó como él es y lo diseñó. Por eso, no puedo amar sino me amo a mi mismo, porque Dios nos manda a eso (Mateo 12:31. No expresó amor a mi esposa, sino lo hago como Cristo ama a su iglesia (Efesios 5: 25). Si quiero saber cómo amar a mis amigos, basta con ver a Jesús tratando a sus discípulos (juan 15:13). Dios es amor y su conducta expresa naturalmente esto. Parte del amor (DIOS) es corregir, ayudar a mejorar, aconsejar y disciplinar. Pues, un amor permisivo es destructivo y nada parecido a Jesús. Claro está, que como existen muchas falsificaciones hoy de muchas cosas, también se falsifica el amor de Dios y es el que hace más estruendo entre las filas del LGTB.

Es importante reflexionar en lo siguiente, no podemos resaltar un pecado más que otros, pues todos son iguales. El homosexual es igual al que roba el dinero de la iglesia. La lesbiana necesita oír el evangelio tanto como el drogadicto. Hoy se hacen marchas por no permitir el matrimonio gay en los países, y ¿qué de las niñas que son raptadas para ser vendidas como prostitutas? ¿Qué de las mujeres que están siendo víctima de abusos y violencia intrafamiliar? (Que abunda en la iglesia), ¿qué de aquellos que usan el nombre de Dios en falso para hacer barbaries en "nombre de Dios"? Lo que quiero decir, es que debemos ver el pecado como Dios lo ve, sin distinción; y con amor y respeto, hacer entender sus principios. Satanizar a los homosexuales es llenar más sus líneas defensivas. Creer que es normal su estilo de vida sería ponerle un trapo en la boca a Dios. ¿Qué hacer entonces?

Honestamente no sé, la iglesia sería como David ante un Goliat mucho más grande que el némesis anterior (ya sabemos el final Mateo 16:18) Lo que sí estoy seguro es que Dios ha dotado a la iglesia con Su sabiduría y esencia ("amor") para que siga siendo luz en medio de tanta oscuridad. Si notamos bien, en el antiguo y Nuevo Testamento, Dios peleaba con los líderes religiosos y extremistas que con sus posiciones ásperas y pocas cristianas desvirtuaban el evangelio. Mientras se levanten más líderes como estos, seguirán surgiendo aquellos que falsifican el amor de Dios y que el camino ancho lo disfrazan de angosto. Mientras más ignoremos el problema entre los jóvenes continuarán viendo series, películas, artistas y otros que griten más fuerte que Jesús y les haga tomar una posición marcada en cuanto a su sexualidad. Lo interesante de esto, es que Dios ha hecho cosas muy extraordinarias con personas que han decido dejar de ser gay y estos son vistos como “falsos gay”, como errores, como si volver a lo natural ya no es una opción. Eso es tan ofensivo como ofensas que denuncian a grito en sus Pride Parade.

Dios no está ciego, ve como todo transcurre en el mundo y llegará un día donde pondrá fin a todo. Dios se encargará de ellos y nosotros. Mientras seamos iglesia, el cuerpo de Cristo, hagamos lo que Dios quiere que hagamos con todos los que viven a espaldas de él. Velemos por los que están dentro de nuestro cuerpo, que los miembros Fuertes ayuden a los que están débiles, fijemos posturas indoblables con respeto, pues aquel que señalamos y juzgamos también es criatura de Dios.

No hagamos acepción de personas al no tratar o recibir a “Gays” en las iglesias, no nos escandalicemos por lo que ellos hacen. Muchas son las cosas que acontecerán antes que Cristo venga y la iglesia está llamada a llevar el evangelio a toda criatura. El Espíritu Santo es quien convence, llama al perdido al arrepentimiento y lo cambia. El homosexual que desee buscar a Jesús sinceramente debe saber que su condición, preferencia e inclinación sexuales están muy lejos de lo que Dios quiere. Puede haber iglesias muy inclusivas y donde se acepte la homosexualidad, pero eso no quiere decir que Dios esté allí (Como no lo estaría en una iglesia de pederastas o ladrones). Por ende, para seguir a Jesús cualquier persona debe andar como él anduvo en la tierra (1 Juan 2:6) y no que Jesús ande como yo quiera.


Heriberto Fernández (El tysher)

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