Hinchas de Jesús
El mundial ya comenzó, algunos equipos ya están
de regreso a sus países. Rusia es el anfitrión de la competencia y los ojos del
mundo se concentran en la Copa Mundial.
Por todas partes, conversan sobre los ganadores, eliminados, resultados y
pronósticos. Muchas hinchas estuvieron reuniendo por años para poder
asistir a ese magno evento. La Fiebre del Mundial, literal, está por todo el
globo terráqueo. Durante un mes la población del mundo estará al tanto de lo
que suceda en Rusia.
Por otra parte, el mundial de fútbol trae
consigo una gran oportunidad de negocio. Muchos empresarios han invertido en
publicidad, por ejemplo, para que los millones de espectadores vean sus
comerciales y, así, vender y ganar mucho más dinero. Mencionando también todo lo que ocurre post partido (fiestas, licores, turismo, hoteles, etc). En fin, un simple juego de
fútbol es capaz de trastornar al mundo, pero el Amor no ¿por qué lo mencionó?
Hace uno días, conversaba con la esposa de mi
pastor. Ella comentaba que su hermana está en Rusia con un ministerio deportivo
para el que trabaja, evangelizando y proclamando el nombre de Cristo “al
mundo”. En el primer juego de Colombia, los miembros del ministerio estuvieron
en la barras con una bandera tricolor que expresaba un mensaje sobre
Jesús. Las autoridades de la FIFA le prohibieron ese tipo de manifestaciones
religiosas, ya que están vetadas desde hace años. Luego de una conversación con
los cristianos, las autoridades dijeron: -Cristo es Dios y por lo tanto no
pueden hacer proselitismo de él en una actividad como esta-. Los cristianos
salieron satisfechos para continuar su labor en el siguiente juego.
Curioso que hay vídeos virales por las redes que muestran
como cosas prohibidas están siendo introducidas a los estadios, en algunos
casos han sido penalizados pero otros no. A donde quiero llegar, es que el mundo
cada vez más está más interesado en otras cosas que en Jesús. Aunque él si
sigue amando al mundo.
El versículo más famoso de la biblia dice: -Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida
eterna-. Juan 3:16
El fútbol es bueno, buenísimo para la hinchada. Y no
tengo nada malo en contra de él o el mundial. Pero, ¿hasta de la canchas de fútbol
quieren excluir al salvador del mundo? Ya no está en las escuelas, hoteles,
juzgados, universidades y ahora tampoco en espacios deportivos. Dios amó tanto
al mundo y ¿así es como éste le paga? Creo que Jesús nos advirtió sobre este
fenómeno (Juan 1:11) y debe ser de esta manera para que la venida de Cristo acontezca. Pero
no significa que debemos estar “expectantes” mientras sucede todo.
Todo el que cree en Cristo y tiene vida eterna
debe ser un porta voz de ese amor que Jesús quiere dar al mundo. Como la hinchada que a una sola voz grita ¡Gol!. De la forma como portamos una camiseta de la selección preferida
y vitoreamos el juego. Así, los hinchas de Jesucristo debemos apoyar
y manifestar nuestra FE a un mundo cada vez más anti-cristo. Dar a conocer las
buenas nuevas a todos.
Pronto el mundial acabará y por cuatro años un
país tendrá la copa del mundo. Algunos llorarán y otros celebraran. El mundo volverá a fragmentarse en países y la normalidad entrará en escena. El mundo buscará más oportunidades de entrenamiento donde Jesús y sus enseñanzas no tienen cabida.
Mientras tanto,
que Dios pueda permitir más cristianos como los mencionados arriba. Creyentes
que quieran llevar a Jesús a todas partes, donde quiera que estén. Que el
Mesías camine por la calles, esté en las escuelas, trabajos y espacios donde no
aceptan al autor y creador del mundo. Como hinchas de Jesús también podamos expresar las buenas noticias que el Salvador tiene para todo el que lo escuche, para que cada vez más hayan personas que
puedan “creer” en Jesús y para que cuando Todo Ojo lo vea (Apocalipsis 1:7) pueda
reconocer y aceptar su Amor.
La gran comisión fue dada por Jesús para todos y en diversas formas... pero el fin es el mismo. Comunicar El mensaje de amor de Dios para con los hombre, que no escatimo ni aun a su hijo por nosotros, una gracia no merecida. Ahora bien, tomo yo la responsabilidad de entregar a otros este mensaje que a partir de nuestros lugares, la respuesta debe ser sí e integrar cual quier método sin altera la base central , LA PALABRA DE DIOS.
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