SIN eXcusas



A diario, solemos escuchar y decir cantidades de excusas para diversas situaciones u ocasiones, ya que las excusas, como su nombre lo indica, ayudan a desviar o no asumir responsabilidad ante un hecho. Una de las excusas más legendarias que hemos usado para hacer lo incorrecto es: SOY HUMANO Y POR ESO PECO. ¿Será cierta?

Pues consideremos dos personajes bíblicos. El primero es José, en Génesis 39:1-10, relata el evento cuando la esposa de Potifar, tenia unos deseos lascivos y carnales hacia José. Todos los días se le insinuaba al joven para que tuviera sexo con ella. Tanto así, que una de esas oportunidades lo metió a un cuarto y lo forzó a estar con ella. ¿Qué piensas que habrá pasado por la mente de José? él pudo decir que en ese momento cedió a la tentación porque es "hombre" y la dama lo obligo. Pero no fue este el caso, José salió corriendo casi desnudo del cuarto de la mujer, evitando así irrespetar a Dios, a su Jefe y a la esposa de su jefe. Esto no suena muy postmoderno ¿cierto?


José no uso su condición o situación para excusarse ante Dios y ceder al momento, es decir, que aunque fue humano pudo tener control y decidir honrar a Dios y no satisfacer sus necesidades primitivas.

¿Qué hubiera hecho Jesús? 

El Hijo de Dios, es el segundo ejemplo, muchos piensan que Cristo pudo soportar todo porque él era Dios. Pero la verdad es que, Jesús tuvo las mismas oportunidades que tú  y yo para pecar en su cuerpo humano pero no lo hizo (Hebreos 4:15). Como Dios, decidió habitar entre nosotros para demostrarnos cómo vivir sus principios siendo humanos (Juan 1:14).

En su humanidad, Jesús estuvo rodeado de muchas tentaciones y situaciones de pecado. Por ejemplo, cuando él estaba en el desierto fue presionado por Satanás tres veces (Mateo 4) para que pecará pero él no lo hizo, sino que respondió con la Palabra de Dios. No se excuso en ese momento. Aunque tenia hambre no cedió a la tentación de convertir las piedras en pan para alimentarse, sino que se inclino por hacer lo que Su Padre le decía,y al vencer la tentación fue recompensado por Dios a través de los ángeles que le servían.

Si Jesús siendo hombre no se excuso en ningún momento para pecar o desobedecer a Dios Padre, entonces él se convierte en nuestro ejemplo a imitar. Entonces 

¿Qué nos dice Jesús sobre las excusas?

En Lucas 14:25-26,33 nos da tres concejos, que él aplico siendo humano para no excusarse en la humanidad al momento de errar.

1) ABORRECE (Lucas 14:26): Se refiere a amar a Dios más que a cualquier cosa. Al entender que nuestra vida no tiene sentido o propósito sin Dios, comenzamos a entender que "nada" puede estar por encima de Dios y su palabra en nuestra vida. Él rige nuestro diario vivir. 


2) LLEVAr SU CRUZ (Lucas 14:27): No hay excusas para seguir a Jesús. Los defectos físicos, las enfermedades, los traumas, la  familia, mi modo de ser, etc no son excusas válidas para actuar contrario a Dios, ya que cada una de esas cosas no puedo cambiarlas en mi vida y Jesús nos motiva a "tomarlas" y "seguirle" que en el camino él nos ayudará a que esa carga se aliviane.

3) RENUNCIA (Lucas 14:33): Entregar todo lo que poseemos (cosas materiales, sueños, deseos, etc.) en la manos de Jesús. Todo lo que tenemos se lo debemos a él, por lo cual, nada que tenemos debería alejarnos de Dios. La universidad, el trabajo, el deporte, el celular, etc son muchas cosas que se vuelven distractores de nuestra relación con Dios y renunciar, no significa dejarlas a un lado, sino que todo eso lo puedo hacer a un lado cuando se trata de estar con Jesús y hacer su voluntad.

Con estos tres consejos de Jesús nos convertimos en verdaderos discípulos de él, que aún siendo humanos y propensos a fallar no pecamos con intensión sino que paulatinamente permitimos que la palabra de Dios y el Espíritu Santo vayan transformando nuestro interior. Que puedan tomar toda nuestras debilidades para que al momento de flaquear, nuestras fuerzas estén basadas en las fuerzas de Jesús y no las nuestras (2 Corintios 12:10). Sólo de esta manera podremos cambiar esa excusa de "soy humano y por eso peco" por una verdad que Dios:

¿Qué más podemos decir? ¿Seguiremos pecando para que Dios nos ame más todavía?  ¡Por supuesto que no! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, así que ya no podemos seguir pecando.
Romanos 6:1-2  

Heriberto Fernández (El Tysher)




Comentarios

Entradas populares