Navidad On-Line
Ayer recordaba
la historia del nacimiento de Jesús y surgieron estas preguntas:¿Que sintió la
familia de María y José la noche cuando se enteraron que habían emigrado a
Egipto para preservar la vida de su hijo?¿Cómo debieron ser aquellas reuniones
navideñas a partir de ese año? Para una cultura familiar, como la de los
judíos, no debió ser fácil atravesar aquella separación ya que el vínculo
filiar es fuerte y primordial. Unos meses antes, estaban enfrentando los
chismes acerca del presunto embarazo de la virgen María. Ahora, enfrentan otro
trago amargo, pues la familia del salvador eran fugitivos del imperio Romano.
Se supone que la
navidad es para compartir JUNTOS y en armonía. Si lo es, pero no todas las
familias tienen ese gusto continuo en su dinámica. Varios, enfrentamos
separación física por razones parecidas a la de la familia de María y José. Para unas
familias, este diciembre, estarán unidos gracias a un cable o roulter de Internet,
mientras otros estarán sentados en una mesa. Hay quienes tienen el privilegio de
estar juntos pero por ciertas razones no desean compartir en familia sino con
otras personas.
En los tiempos que Maria y jose huyeron del
imperio, no había redes sociales, WhatsApp ni siquiera teléfono de casa (a diferencia de nosotros), quiere
decir que la familia no iba a tener noticias de ellos, por lo menos en tiempo
real, y aún así construyeron la familia. Al regresar de Egipto, ya con Jesús de
doce años aproximadamente tuvieron la oportunidad de hacer el update familiar,
la relación perduró en el tiempo.
Mientras escribo esto, no puedo dejar de
identificarme con la familia de Jesús. Saber que por algunas medidas
políticas, se debe fragmentar la familia, llevando la arepa, la hallaca, el
naguara, el chamo y otras cosas que son el constructo de tu acervo para integrarlas a otro grupo social, familiar y cultural. Adoptando
también, diferentes familias como la tuya, iniciando nuevos lazos pero al mismo
tiempo pegado a un dispositivo móvil hablando con tu familia para no romper el
lazo que las fronteras y zonas horarias estiran.
Sé que llegará el tiempo de regresar de "Egipto" (Ingrese nombre del país donde se ubica), así como lo hizo la familia de Jesús. De pronto, mi hijo estará de doce
años o adulto, quizás regrese septuagenario como Moisés o en un cofre
incinerado como José, haciendo honor a lo que dice la canción: y si un día tengo
que naufragar y el tifón rompe mis velas, enterrad mi cuerpo cerca del Mar en
Venezuela.
Con estas cortas palabras, lo que quiero
destacar es que el lazo familiar no se debe romper a pesar de las distancias y
situaciones que se tengan. Que las generaciones venideras podrán ver los
sacrificios hechos por sus progenitores como un intento de mejor calidad de
vida pero al mismo tiempo verán el incansable esfuerzo de mantener la familia
unida a pesar de todo. Muchos esperan estas temporadas navideñas para obtener
cosas materiales y vanas, pero si algo podemos aprender de Jesús y de su
familia materna y paterna, es que la familia es un regalo de Dios y a
su vez una órgano vivo que debemos cuidar, alimentar y desarrollar.
Si en este
mes tienes a tu familia cerca, por más defectuosa que sea, registra todos los
buenos momentos que puedas y disfruta de ella ¡VALORALA! Pero si estás separada de ella,
mantén tu lazo unido a ellos no sólo en diciembre sino todo el año. Diles que
cuanto los amas y extrañas, no importa que te señalen de tonto o fastidioso, valora
cada mensaje, llamada o vídeo llamada porque son los nuevos ladrillos que
construyen el fortín familiar de tus descendientes.
¡Feliz Navidad!
Heriberto Fernández (El Tysher)
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