Cápsula del Tiempo



Hola hijo, espero estés muy bien.

Para cuando leas estas líneas ya no tendrás un año y nueve meses, sino que te habrás convertido en un adolescente quizás. Mi intención es que puedas comprender a cabalidad todo lo que puedo expresarte en esta cápsula.

¡Si! Es una cápsula. Te explico. En la NASA de vez en cuando envían una cápsula al espacio con diversas especies o elementos para que se resguarden en el vasto espacio y sobrevivan al tiempo y así; ser descubiertas por otras “formas de vida” en el futuro. ¡Bueno! Tu papá no tiene tanto dinero para plasmar estas letras en una hoja y enviarla al universo, pero sí creo que en el ciberespacio pueda cumplir la misma función.

Quiero que prestes atención a cada palabra que a continuación te redacto. Repito: Presta Atención. En el tiempo que ahora vivimos han sucedido muchas cosas, especialmente en nuestro país Venezuela. Es por eso, que hemos tenido que vivir y experimentar cosas que espero tú no vivas de nuevo. Deseo de corazón, que donde te encuentres, en una VENEZUELA LIBRE o en otro país, practiques las enseñanzas que hoy te dejo aquí. (Lo hago público también para que en los días postreros mis, tus, amigos puedan ayudarte a cumplir el cometido de la cápsula).

  • ·       Como tu padre quiero, y en nombre de tu madre, pedirte perdón primeramente porque la situación social y política de nuestro país nos motivó a emigrar de casa cuando tenías apenas 6 meses, y como padres queríamos que pudieras vivir en el mejor lugar del mundo, pero los políticos nunca ven los anhelos y deseos del pueblo, siempre se ensimisman. Estamos en Colombia. Aquí Dios nos ha ayudado mucho. Hijo, Venezuela es tu tierra natal y no importa dónde estés, nunca te avergüences de tu gente y pueblo.

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Ahora, como padre quiero que aprendas y vivas lo siguiente:

  • ·         Hijo, los colombianos son una gente bien chévere. Al llegar a su país te acogieron como uno de ellos. Te brindaron TODO y hasta te adoptaron como nieto y sobrino. Consciente estoy, que por esto, te sientas más colombiano que otra cosa, está bien. Yo tampoco sé cuándo nos encerraron entre fronteras. Estés donde estés, si te encuentras a un colombiano muéstrale el mismo amor que nos dieron aquí.
  • ·         Los colombianos no son paracos, narcos, guerrilleros u otro calificativo absurdo como esos. Los grupos así llamados son una nimiedad y no representan a su gentilicio. Si estás en Colombia ahora, de seguro te digan veneco, Chavez, maduro o maburro o cosas por el estilo. No devuelvas mal por mal hijo. Respeta y trata al prójimo como quieres que te traten. Al encontrarte con alguien de este país llámalos por su nombre o colombiano (a), es el deber ser.
  • ·         Por estos días, estás aprendiendo a hablar, no paras de decir cosas sin sentido, pero a tus padres nos encanta verte hacer eso. Nos preguntamos: ¿qué acento tendrás? De pronto, al leer este texto no pronuncias muy bien las eses, eres, enes y emes y te hacen bromas por eso. Quizás te corrijan y te acorralan para que hables de una manera particular. Hijo, tú forma de hablar no te hace superior a nadie. La lengua sirve para comunicarse, y siempre debes hacerlo bien ¿ok?, pero no debes etiquetar a alguien como inferior por su acento. Los costeños, caleños y gente de costa son personas y les debes respetar hijo. Así como, los chilenos, peruanos, bolivianos, costaricenses, entre otros. Cada acento, nos hace oriundos de un lugar y eso enriquece nuestro ser y sentimiento nacional.
  • ·         Hijo, te crié para que seas un caballero y debes siempre portarte como tal. Al conseguirte con una paisa, santandereana, costeña u otra mujer no importa su nacionalidad; ten presente que Dios nos dice que debemos tratarlas como un vaso frágil y que ellas se les respeta. Por estos días, hacen juegos y comentarios hacia las mujeres venezolanas insinuando que todas son fáciles y/o prostitutas. La verdad es, que aunque hay un grupo minúsculo de ellas haciendo esto, nunca se debe generalizar. Hijo, cuando reduces tu cerebro para vulgarizar a una dama con un comentario así; incluyes en el comentario a tu madre, abuelas, tías y amigas. Así que no lo hagas. Se caballero con las colombianas, venezolanas y cualquier nacionalidad.
  • ·         Al colombiano le gusta trabajar hijo. Pudieras verlos como se levantan desde las 4am para empezar sus rutinas diarias y van trabajando 8, 10,12 o más horas diarias. Así somos los venezolanos. Una de las peores cosas que nos dejó el socialismo es el asistencialismo. Lamento que unos pocos venezolanos llegaran a Colombia a robar, matar y vaguear, por ellos nos rechazaron y marcaron de flojos. Quiero decirte que, si en tu presente tienes la posibilidad de ayudar a un colombiano honrado con un trabajo, no dudes en hacerlo. Ellos lo hicieron con tu mamá y conmigo, y por eso te sacamos adelante aquí. Así que, no dudes en dar trabajo o recomendar a un colombiano en tus tiempos, ellos también tienen necesidad como cualquiera.
  • ·         Por último, recuerda que educación no son solo los títulos y escuelas. Tampoco basta articular la palabra correcta tan el momento adecuado o saber al caletre el “Manual de Carreño”. Lo anterior, debe estar enmarcado en acción cordial, sincera e integra. No midas tu expresión de modales por la apariencia del receptor. Jesús nos invita a hacer bien a todos. Por ejemplo, un “disculpe usted” no debe camuflar un deseo adrede de atropellar a un par tuyo. Sé que no es fácil, a mí me cuesta aún, pero hacer lo correcto es civil, cordial y humano.


Amado hijo mío, deseo con todo mi corazón que estas enseñanzas nunca las olvides, ya que desde pequeño te las inculcamos. Quiero decirte que, si Dios no ha venido aún para tu tiempo por nosotros sus hijos, te ánimo, te insto a que, sin importar la nacionalidad, ames a tu prójimo. Pero especialmente a los colombianos y venezolanos, ya que Dios te ha permitido desarrollar dos fuertes lazos emocionales por estos cúmulos de tierra tricolor.

Dios te bendiga hoy y siempre.
Te ama
Papá y mamá

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